lunes, 26 de mayo de 2014

Lo que somos y lo que pudimos ser.

La mayoría nos estamos matando por unos ojos que ya ni nos miran. Que ya ni nos desean. Que ya ni nos quieren. Y es duro.  Es duro cuando el amor se acaba pero solo para uno. Y siempre soy yo quien se queda queriendo, aun que hayan dicho adiós. Soy mucho de enamorarme de los recuerdos, de hecho no sé superar algunas fotografías. Estoy mirando tus fotos como esperando a que me hablen. Pero nada, ni siquiera desde ellas me miras ya. Y duele.
El daño trae lección acompañado de odio, así que ahora mismo estoy odiándote. Pero ya sabes cual es mi definición de odiar: odiamos aquello que queremos y no podemos tener.
Así que, sí, te odio.
Y ahora yo supondré que todavía no me has olvidado, que a lo mejor, por un casual, volvemos a vernos, y vuelves a mirarme, como lo hacías antes, con cariño, con ternura, con intensidad. Quiero que vuelvas a mirarme, pero viéndome de verdad.
Ojalá entendieras cuánto duele no saber si prefiero que estés bien o que estés conmigo. Ojalá. Pero tal vez debería ser egoísta por una vez en la vida y atarte a mi. Y es que yo no quiero planes, te quiero en la cama contando lunares. Ya sabes, carpe diem. Y que cuando se acabe se acabe para los dos, y podamos seguir cada uno con nuestras vidas sin que ninguno de los dos se ancle al pasado. Eso sería lo justo. (La vida no es justa.)
Supongo que ya no me miras, por que ya no me quieres. Y fíjate que era yo la que no sabía querer, pero aprendí cuando te perdí la primera vez, me di cuenta de que si te quería, pero ese fue el primer error, que tuviera que haber varias veces. Sé que mi manera de querer es extraña, pero tú la hacías bonita con todas esas palabras. Palabras ya perdidas, que se han ido con el viento.
Ja, me lo merezco, por ingenua.

Que volverlo a ver fue recordar todo de golpe.

No estoy enfadada, estoy herida. Lo que pasa es que no notas la diferencia.
Herida por que nos estamos torciendo, ¿qué nos pasa? Supongo que lo que pasa siempre, el tiempo. El tiempo haciendo estragos, el tiempo haciendo que nada sea como siempre, el tiempo cambiando las cosas. ¿A que casi no parece una excusa lo del tiempo? Pero no quiero engañarme, sé que la culpa es solo nuestra. Me atrevería a decir que más tuya, pero claro, es desde mi punto de vista.
Dijiste que no ibas a hacerme daño nunca, pero mírame ahora, que mi alma ya no encuentra el sosiego de cuando estaba contigo, que ya no me haces sonreír todas las mañanas, que pienso en ti y más que alegría me dan ganas de llorar... Y todas las canciones me hablan de ti, y no veas lo hijas de puta que son a veces.
Y eso sí es tu culpa, por como me tratas. Supongo que no todo iba a ser bonito para siempre, ¿verdad? Pero estoy empezando a estar cansada de todo esto, ya no sé si quiero aguantar más. Por ahora sé, y tenlo claro, que yo no pienso robarte un beso, haré que te mueras por uno... me lo acabarás pidiendo.
Y no pienses que ya no te quiero o que ya no me importas, por que muero por decirte que esto me está matando, que ya no puedo sin ti. Pero ya no queda valor para mirarnos de nuevo y pedirnos perdón por todo el daño que nos hemos hecho. Aun que espero que algún día lo encontremos, dejemos atrás el dolor y empecemos de cero, haciéndolo bien esa vez, sin rencor, sin mierda.
Mientras tanto, nos va a tocar sufrir, hasta que seamos felices, o hasta que uno de los dos se canse de luchar. Espero que sea lo de ser felices, así que, mientras te espero, seguirás siendo lo primero que piense cuando me digan: pide un deseo.

miércoles, 14 de mayo de 2014

En olor a tabaco y sabor a ruina voy.

Morir, es de lo poco que hago, nunca me canso de hacerlo. Duele al principio, luego te acostumbras. A veces me echo de menos..

jueves, 8 de mayo de 2014

Sexo en azoteas, idas y venidas.

Déjame tirada,
la ropa por el suelo.

Ya ves, siempre empiezo hablando de ti. Siempre tú.
Y es que ¿como no voy a hablar de ti?
Levantarme con el pie izquierdo me da igual
si me levanto de tu cama.
Ya lo sabes.
Que me vengo arriba si te tengo abajo.
Que hay que ver que bien tocas el piano
en mis costillas.
Podría pasarme horas escuchando tus sinfonías.
Por que todo es carnal, ya sabes, pasión.
¿Donde está el amor del que tanto hablan?
Yo no creo en el amor,
pero te lo haría varias veces al día. Si quisieras.
Ag, que cursi. Mira como me vuelves.
Yo era de las de:
'Fumar desnudos, follar fumados'.
Nada de amor.
Ya sabes lo que dicen,
no feelings, no pain.
¡Y cuanta razón!
¿Que me pasó a mi?
Pues lo que pasa siempre, la avaricia,
el querer más.
Ya no era solo sexo,
(aun que eso no estaba nada mal).
Que últimamente follar sin mirarnos a los ojos
era como besarnos sin morder.
Así que, ya echada a perder, voy a decirlo.
Que si volvieras conmigo, a ti no te follaría,
a ti te haría el amor después de hacerte poesía.


Decirte que te quiero en 20 frases.

Por un invierno volviendo a casa oliendo a ti.
O toda una vida, puestos a pedir.
Quisiera tenerte a mi lado.
O encima, no importa.

Pero todo esto ya lo sabes.
Que me moriré de ganas de decirte
que te voy a echar de menos.
No te vayas.
Por favor.

¿El amor es eso, no?
Aguantar lo malo y disfrutar lo bueno.
Aguanta conmigo, no te sigas alejando.
Compartir sofá, play y polvo.

Me mata que sonrías a quien no te merece.
Déjalos. Ven conmigo.
¿Pero que digo?
No puedo arrastrarte conmigo... o sí.
No debo.

Estoy fingiendo que puedo con todo esto.
Soy lo que sobrevivió de nosotros.
Y bueno, ya sabes,
te quiero.