domingo, 31 de mayo de 2015

ojalá que me despierte y no busque razones

Te busco en el hueco que queda en mi alma, tan frío y profundo que no encuentro nada,
quisiera volverme invisible, colarme esta noche en tu cama.
Me acuesto a la sombra de un árbol sin ramas, las dudas y el miedo me sirven de almohada,
dormirme sería imposible, la hierba me escuece en la cara.
Que,
cada vez que te vuelva a mirar,
me resulte más fácil morir que obligarme a decir la verdad.
Rayo que no cesa, mar en calma,
faro entre la niebla, viento de cara, viento de cara.
La luna se asoma y parece de plata, el sol le hace frente al llegar la mañana,
quisiera que fuera invencible, y que nunca jamás se apagara.

empiézate a reír y dame de fumar

Nunca he creído en el amor, al igual que nunca he tenido la esperanza de que me tocase la lotería. Sé que esas cosas solo le pasan a la gente con suerte, que no son para mí. No creo que vayan a sucederme a mi nunca. Pero... pero.
Me siento tan descolocada y feliz ahora mismo, como cuando te fumas un porro tumbado en la hierba en una sombra cualquiera en pleno verano, no entendiendo muy bien qué pasa pero jodidamente contento.
Pero la felicidad suele acabárseme, no es eterna. Pero a veces las cosas cambian.
Y sé, que contigo soy la persona con más suerte del mundo. Incluso sin que me haya tocado la lotería.