domingo, 31 de mayo de 2015

ojalá que me despierte y no busque razones

Te busco en el hueco que queda en mi alma, tan frío y profundo que no encuentro nada,
quisiera volverme invisible, colarme esta noche en tu cama.
Me acuesto a la sombra de un árbol sin ramas, las dudas y el miedo me sirven de almohada,
dormirme sería imposible, la hierba me escuece en la cara.
Que,
cada vez que te vuelva a mirar,
me resulte más fácil morir que obligarme a decir la verdad.
Rayo que no cesa, mar en calma,
faro entre la niebla, viento de cara, viento de cara.
La luna se asoma y parece de plata, el sol le hace frente al llegar la mañana,
quisiera que fuera invencible, y que nunca jamás se apagara.

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